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07/02/2024

El Carnaval en Brasil trae reflexión sobre recicladores y Economía Circular

Por Arlene Carvalho, del Movimiento Circular

Cuando se acerca el Carnaval, nuestros pensamientos a menudo se centran en la diversión, la música vibrante y los colores que llenan las calles. Sin embargo, detrás de la fiesta, hay una oportunidad valiosa para promover la Economía Circular y abordar cuestiones cruciales relacionadas con los residuos. En este contexto, los recicladores de materiales desempeñan un papel vital. Cabe destacar que no es solo el reciclador solitario en las calles es importante, sino también la colaboración entre diferentes actores: recicladores, consumidores, empresas y gobiernos, que se convierte en la clave para convertir el Carnaval en un evento verdaderamente circular.

¿Pero ya tenemos algún ejemplo de esto en los varios carnavales brasileños? Olinda, en Pernambuco, es sede de una de las mayores fiestas de calle del país, y la Alcaldía ha adoptado, a lo largo de varios años, una iniciativa importante en este sentido: el registro de recicladores para reforzar la recolección de residuos durante la fiesta de carnaval. Estos profesionales se unen a los recicladores locales, formando un equipo de trabajo que mantiene la ciudad limpia y impulsa la economía circular, mientras genera ingresos para los recicladores y cooperativas, ofrece un destino adecuado para los residuos, ahorra dinero público, mejora la calidad ambiental y de vida, y además ayuda al gobierno a recibir incentivos fiscales en el área ambiental.

En 2023, la iniciativa contó con la participación de 719 recicladores, sumándose a los 56 que ya trabajaban en Coocencipe, una cooperativa de la región. Según datos de la Alcaldía de Olinda, este refuerzo resultó en la recolección de 43,4 toneladas de residuos de las calles del casco histórico y otras 7,44 toneladas recolectadas en el Camarote Carvalheira en las colinas, sumando un impresionante total de 50,84 toneladas de material reciclable recolectado durante los días de fiesta. El sector privado invirtió alrededor de 110 mil reales, dinero utilizado para pagar a los recolectores de materiales.

"Desde 2015, más o menos, hemos estado haciendo esto. Es una forma de asegurar que la ciudad se destaque en la gestión de residuos en el Carnaval. Hasta hace poco, no teníamos una política de residuos ni una regulación. Hemos avanzado mucho en los últimos tiempos. Venimos apoyando a Coocencipe, a estos recicladores, y queremos apoyar a más cooperativas, a más personas que actúen y quieran regularizarse. La idea es ampliar el proyecto de recolección de Carnaval a la recolección selectiva en toda la ciudad, trayendo más personas a la regulación, etc.", afirma el Profesor Jean Diniz, jefe de Proyectos de la Secretaría de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano de Olinda.

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Según la alcaldía, cada reciclador registrado recibió un kit de Equipo de Protección Personal (EPP) que consta de: 1 par de guantes, 1 camiseta identificada, 1 credencial personalizada y 1 bolsa ecológica, producida por costureras en situación de vulnerabilidad social de la Isla de Maruim. Además del apoyo logístico, se ofreció desayuno, espacios adecuados para descansar y ducharse, y 120 cenas saludables diarias en asociación con la Pastoral de la Calle. Y la atención también se extendió a los hijos de los recicladores, proporcionando un espacio de acogida en el Club Atlántico en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Social, Derechos Humanos y Accesibilidad (SDSDH).

"En 2024, nuestra estimación es tener alrededor de 1000 recicladores registrados y más de 80 toneladas de residuos recolectados en las calles y en los camarotes privados. Estamos muy optimistas. Hemos escuchado historias de recicladores que vinieron de lejos y comenzaron a juntar latas en los eventos previos - cuando llegó el momento de venderlas, pudieron obtener más de 4 mil reales", celebra Diniz.

El fundador y coordinador de Coocencipe, Mauro Paulino, destaca que la cooperativa solo compra residuos de recicladores autónomos durante el Carnaval y que otras alcaldías lo han buscado para replicar la fórmula de éxito del Carnaval olindense. "Cuando llega el equipo de limpieza, la ciudad ya está casi limpia. Nuestro trabajo ha sido muy importante. Además, aquí en Coocencipe, no recogemos solo latas de aluminio. Recogemos latas, botellas de PET, cartón e incluso vidrio. Ningún residuo reciclable se desperdicia. Recogemos todo y lo vendemos a las respectivas industrias", relata.

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Las latas son predominantes, pero no son los únicos materiales adquiridos por Coocencipe durante el Carnaval. Imagen: Arlene Carvalho/Movimento Circular

Otro aspecto destacado de la iniciativa es el valor al que la cooperativa vende el material, a un precio más alto que cuando se vende de forma autónoma. "Los valores establecidos para materiales como latas, botellas de PET, cartón y vidrio reflejan una valorización cuando se venden a través de la cooperativa. Por cada kilo, Coocencipe paga R$ 5,20 por la lata, R$ 1,20 por la botella de PET y R$ 0,20 por el cartón. Por otro lado, en la venta autónoma, estos materiales normalmente se adquieren por valores entre R$ 4 y R$ 4,50 por kilo, R$ 0,20 y R$ 0,50 por botella de PET, y entre R$ 0,15 y R$ 0,20 por cartón. El vidrio, por su parte, presenta una valorización significativa, con Coocencipe pagando R$ 0,10, mientras que habitualmente se adquiere por R$ 0,04. La lata, principal producto comprado por la industria, se adquiere por R$ 6,10", detalla Mauro.

Esta diferencia en los valores destaca no solo la viabilidad económica de la cooperación entre los recicladores, sino también el impacto positivo de la iniciativa en la valorización de los residuos reciclables. "Nadie puede hacer nada solo. Es una colaboración de muchas manos que es solo un pequeño ejemplo de cómo la colaboración entre diferentes sectores puede transformar el Carnaval en un evento no solo festivo, sino también social, responsable y circular", concluye el coordinador de la cooperativa.

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Gerusa Nascimento lleva trabajando como recolectora de materiales reciclables durante 5 años. Imagen: Arlene Carvalho/Movimento Circular.

¿Quiénes son los recicladores?

Gerusa Nascimento, de 60 años, es recicladora desde hace cinco años y está ansiosa por el Carnaval. Debido a la pandemia de Covid-19, 2023 fue el primer año en que participó en las acciones, donde trabajó toda la semana. "Ni siquiera volví a casa. No estuve en la calle recogiendo material, sino dando apoyo a la hora de servir comidas. Fue un trabajo muy intenso, pero recogimos muchas cosas. Estaba orgullosa de ver nuestro trabajo", comenta la recicladora.

Para Gerusa, el Carnaval no es solo una celebración festiva, sino también un período en el que recibe su salario de diciembre. Con una sonrisa orgullosa, revela: "Cada uno de nosotros recibió más de 600 reales después de contar todo. Aquí estaba todo de tal manera que nadie pasaba de tanto material que había aquí. Me tomó mucho tiempo ver la basura como una fuente de ingresos. Me llevó mucho tiempo, pero hoy, estoy muy orgullosa de mi trabajo."

La historia de Gerusa se remonta a su deseo de cumplir un viejo sueño. "Cuando era niña, soñaba mucho con tener una fiesta de 15 años. Mis hijas mayores no mostraron interés, pero la más joven lo deseaba profundamente. Era su sueño y el mío también. En ese momento, estaba enfrentando problemas de salud cardíaca y no podía trabajar. Decidimos empezar a juntar latas para venderlas y hacer la fiesta, y logramos alcanzar ese objetivo. Después del evento, seguí recolectando latas. La gente las recogía y las dejaba en mi casa, y yo las vendía. Sin embargo, todavía tenía esa percepción de que eran solo basura, ¿sabes? Aunque las recolectaba, las llevaba a casa y las vendía, para mí, aún eran consideradas basura", explica.

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La educación sobre los materiales la ayudó a superar una serie de prejuicios sobre su propia actividad. Imagen: Arlene Carvalho/Movimento Circular

La transformación en la perspectiva ocurrió realmente cuando comenzó a trabajar en el área, aproximadamente hace tres años. "Hace unos tres años más o menos, las cosas se pusieron muy difíciles y ni mi hija ni yo conseguíamos trabajo. Vinimos aquí, hablamos con don Mauro y pasamos un día trabajando. Ella se fue a casa a medio día, y yo me quedé. Y aquí estoy hasta hoy. El tiempo pasó, y fui buscando estudiar para entender los materiales, cómo hacer la separación, los pasos, etc. Fue buscando esta información sobre los residuos y los procesos que comencé a verlos no como basura, sino como mi trabajo", concluye.

Cuando imaginamos a los recicladores de residuos reciclables, a menudo nos encontramos con la imagen de alguien recorriendo las calles de la ciudad con un carro lleno de materiales desechados, o explorando playas y eventos en busca de latas de aluminio. A menudo, asociamos a estas personas con un margen de la sociedad. Sin embargo, escapando de este estereotipo, la historia de Gerusa se destaca como un ejemplo que revela las diversas oportunidades presentes en los residuos.

La mirada adecuada hacia estos materiales y hacia quienes trabajan con ellos puede descubrir potenciales sorprendentes. La trayectoria de Gerusa ilustra que, a través del conocimiento y el compromiso, es posible transformar la visión convencional sobre los residuos, destacando que, para aquellos dedicados a esta actividad, estos materiales no son solo fuentes de ingresos, sino también fuentes de orgullo y realización personal. La inspiradora historia de Doña Gerusa nos invita a reconsiderar los residuos no solo como desechos, sino como elementos esenciales para la construcción de un camino sostenible y digno.

Acciones circulares en otros polos de Carnaval en Brasil

La valorización del papel de los profesionales del reciclaje no solo fortalece la cadena, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más consciente y responsable con el medio ambiente y los recursos naturales. ¿Qué tal conocer algunas iniciativas de Economía Circular de esta fiesta?

Recife, Pernambuco

La Autarquía de Mantenimiento y Limpieza Urbana de Recife (Emlurb) está implementando un amplio esquema de limpieza para el Carnaval 2024, con el objetivo de garantizar la comodidad y seguridad de las personas que participan. Con la participación de 2500 personas, se utilizarán 10 camiones cisterna, 18 compactadores de basura y 5 ecobikes para la recolección, limpieza y disposición adecuada de los residuos generados durante el evento. Además, se emplearán 4,6 millones de litros de agua, 7.200 litros de esencia, 450 kg de Enzilimp y 2.230 litros de detergente. Para fomentar la participación del público, se pondrán a disposición 70 Puntos de Entrega Voluntaria (PEVs) para la correcta disposición de la basura reciclable en los polos festivos de la ciudad. La escultura del Gallo Gigante de la Paz, símbolo del Carnaval, con 28 metros de altura y un peso de ocho toneladas, se destaca por su sostenibilidad. Más del 90% de los materiales utilizados en su estructura provienen de desechos y reutilización de residuos tecnológicos, como lonas publicitarias y CD/DVD donados. La iniciativa refuerza el compromiso con la preservación del medio ambiente y la innovación artística, adoptando la práctica del upcycling.

Río de Janeiro, Río de Janeiro

Durante el Carnaval en Río de Janeiro, la Comlurb realiza la recolección de materiales potencialmente reciclables en la Passarela do Samba, con excepción de las latas, que son manejadas por una cooperativa. El Galpón de las Artes Urbanas de la Compañía proporciona espacio para que el bloque Vagalume O Verde cree sus disfraces y accesorios a partir de la reutilización de materiales. Desde 2015, el bloque promueve talleres gratuitos enseñando la práctica de la reutilización durante el Carnaval. Este año, se asociaron con la ONG Sustenta Carnaval, proyecto socioambiental de economía creativa, para lograr una transferencia y reutilización de los materiales recolectados por la ONG, con la colaboración de Comlurb, en el área de dispersión del Sambódromo, además de la participación en talleres. La asociación, iniciada el año anterior, contribuye a reducir los residuos destinados al CTR-Rio, prolongando la vida útil del vertedero y minimizando los impactos ambientales asociados al Carnaval.

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Prefeitura, cooperativa, catadores, público: todos necesitan hacer su parte. Imagem: Arlene Carvalho/Movimento Circular.

La corresponsabilización de los diferentes agentes involucrados en el Carnaval, desde los organizadores hasta el público, es esencial para promover la Economía Circular y garantizar la sostenibilidad del evento. La colaboración entre recicladores, empresas, gobiernos y ciudadanos demuestra que juntos podemos transformar una fiesta tradicional en una oportunidad para promover prácticas más conscientes y responsables con respecto a los residuos. Al reconocer el valor del trabajo de los recicladores y adoptar medidas para facilitar la recolección selectiva y el reciclaje, no solo estamos contribuyendo a la preservación del medio ambiente, sino también generando beneficios económicos y sociales para toda la comunidad. Este enfoque integrado y colaborativo es fundamental para garantizar un Carnaval más circular e inclusivo para todos.

Sobre  Movimiento Circular

Creado en 2020, Movimiento Circular es un ecosistema colaborativo que se esfuerza por fomentar la transición de la economía lineal a la circular. La idea de que todo recurso puede ser reutilizado y transformado es el lema de la Economía Circular, concepto base del movimiento. Movimiento Circular es una iniciativa abierta que promueve espacios colaborativos con el objetivo de informar a las personas e instituciones de que un futuro sin basura es posible a través de la educación y la cultura, la adopción de nuevos comportamientos, la inclusión y el desarrollo de nuevos procesos, productos y actitudes.

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