18/01/2024
Brasil produce 48 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición
Por Bettini Comunica
Brasil produjo aproximadamente 48 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición (RCD) en 2021, equivalente a 227 kilogramos de escombros por habitante, según el Panorama de Residuos Sólidos en Brasil, publicado en 2022 por la Asociación Brasileña de Empresas de Limpieza Pública y Residuos Especiales (Abrelpe). La cantidad es un 2,9% mayor que el año anterior. Según el Panorama de Residuos Sólidos de 2020, alrededor del 30% de los residuos producidos en el país provienen de la construcción civil. El informe también indica que parte de este material se abandona en áreas públicas.
Edson Grandisoli, coordinador pedagógico del Movimiento Circular, doctor en Educación y Sustentabilidad y postdoctorado en el Programa Ciudades Globales, comenta que las estimaciones de generación de residuos en la construcción varían según factores como el tipo de construcción, fase de la obra, tecnologías y prácticas de gestión adoptadas. El especialista destaca que una parte significativa consiste en residuos originados en renovaciones más que en construcciones propiamente dichas, y que más del 80% podrían, de alguna manera, ser reciclados o reutilizados, como madera, metales, concreto, ladrillos, vidrio, plásticos, entre otros.
Entre el 10% y el 30% de la inversión en construcción se desperdicia en estos materiales. Imagen: Freekpik.
"Por eso, es fundamental una gestión adecuada de estos residuos, tanto por parte de empresas, constructores y ciudadanos, como por parte del poder público", afirma. Según él, los estudios muestran que entre el 10% y el 30% de los materiales de construcción adquiridos para la obra se descartan. "Esto significa que entre el 10% y el 30% de la inversión realizada en la construcción se desperdicia. Se paga para adquirir, transportar, romper, recoger y eliminar. Y también se paga por el exceso, materiales que se compran y se descartan sin usar", sostiene.
El coordinador del Movimiento Circular explica que adoptar prácticas sostenibles y tecnologías avanzadas en la construcción puede reducir significativamente la generación de residuos, como la prefabricación de componentes, el uso de automatización, robótica, la selección de materiales duraderos y la gestión adecuada de los residuos generados. Aconseja que mantener el lugar de construcción organizado, separar los residuos por tipo de material y enviarlos a empresas certificadas que les den una disposición adecuada son medidas que ayudan a reducir el volumen de residuos del sector.
Los ladrillos son uno de los materiales más desechados. Imagen: Freepik
El Informe de Estado Global de 2022 para Edificaciones y Construcción del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente indica que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del sector alcanzaron un récord de 10 mil millones de toneladas en 2021, un 5% más que el año anterior. El Informe Global de Estado de 2019 de la Agencia Internacional de Energía (AIE) señala que la construcción "fue responsable del 36% del uso final de energía y el 39% de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía y los procesos en 2018".
Según las Naciones Unidas (ONU), la construcción civil representa aproximadamente el 11% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) derivadas de actividades humanas. Esto incluye las emisiones asociadas con la producción de materiales de construcción, la construcción y demolición de edificaciones y la operación y mantenimiento de los edificios a lo largo de su vida útil.
Muchos de estos materiales pueden ser reciclados, como es el caso del mortero. Solo hay que pensar en la logística inversa. Imagen: Freepik.
Recursos naturales
Una investigación de la Asociación Brasileña para el Reciclaje de Residuos de Construcción Civil y Demolición (Abrecon) indica que el sector de la construcción civil representa aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño y que, en 2019, generó aproximadamente el 15% del total de empleos formales del país. Según el estudio, el segmento es el que más consume recursos naturales en comparación con otros sectores industriales. Según Abrecon, entre otros beneficios, el reciclaje preserva el medio ambiente, genera empleo e ingresos, y reduce los costos municipales de eliminación y disposición de escombros.
El incorrecto desecho de materiales de construcción puede causar problemas como afectar las redes de aguas pluviales, provocar inundaciones y, en casos más graves, contaminar el suelo y las aguas subterráneas. Abrecon señala en la investigación que alrededor del 16% de los residuos de construcción generados en 2019/2020 se reciclaron. Este material se llama agregado reciclado y su producción anual oscila entre 16 millones y 21 millones de toneladas en Brasil.
La capacidad instalada de las plantas de agregados reciclados fue de 50 millones de toneladas en 2019, cuando el país contaba con aproximadamente 300 plantas, alrededor de 100 públicas y 200 privadas, según la Asociación. Materiales como ladrillos, mortero, concreto, piedras y cerámicas pueden triturarse y transformarse en grava, piedras pequeñas o arena para la construcción de pavimentos. Vidrio, metales, madera y plásticos también pueden reciclarse.
El sector de la construcción civil representa aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil. Imagen: Freepik.
Acerca del Movimiento Circular
Creado en 2020, el Movimiento Circular es un ecosistema colaborativo que se esfuerza por fomentar la transición de una economía lineal a una economía circular. La idea de que cada recurso puede ser reutilizado y transformado es el lema de la Economía Circular, el concepto fundamental del movimiento. El Movimiento Circular es una iniciativa abierta que promueve espacios colaborativos con el objetivo de informar a las personas e instituciones de que un futuro sin residuos es posible mediante la educación y la cultura, la adopción de nuevos comportamientos, la inclusión y el desarrollo de nuevos procesos, productos y actitudes.
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