25/06/2024
Recuperar el suelo, rescatar la vida
Prof. Dr. Edson Grandisoli
El suelo, el agua y la atmósfera son bienes comunes para todos los seres vivos y, por lo tanto, deben ser preservados para las generaciones presentes y futuras. Mantener la integridad de estos tres componentes genera alimentos, conserva la biodiversidad y contribuye a combatir el cambio climático.
A pesar de su incuestionable importancia para la vida, el aumento de las emisiones de efluentes a lo largo de la historia de la expansión de las actividades humanas ha puesto en peligro la salud del agua, la atmósfera y los suelos en diferentes partes del mundo, llevando a extinciones locales y forzando a las personas a migrar de sus lugares de origen.
La degradación del suelo se ha convertido en un desafío cada vez mayor en todo el mundo. La FAO (2021) advirtió que aproximadamente el 33% del suelo está moderado o altamente degradado. Además, se pierden anualmente de 20 a 37 mil millones de toneladas de la capa superior del suelo debido a la erosión.
Fuente: ONU.
La educación ambiental desempeña un papel crucial en la capacitación de las comunidades para recuperar los suelos, promoviendo prácticas sostenibles que pueden contribuir a la salud del ecosistema, mantener sus servicios esenciales y garantizar la calidad de vida. Involucra la difusión de investigaciones e información adecuada sobre el manejo y la conservación de los suelos, junto con actividades de formación técnica, cambios de prácticas y movilización comunitaria para enfrentar los desafíos de la degradación del suelo.
La capacitación técnica es esencial para que las comunidades adopten prácticas de manejo sostenible del suelo. Puede abordar la capacitación en técnicas de conservación como la rotación de cultivos, el uso de cobertura vegetal, el compostaje y la agroforestería. Estas prácticas ayudan a mantener la fertilidad del suelo, reducir la erosión y mejorar la retención de agua. Sin embargo, la participación activa de las comunidades en la recuperación de los suelos es fundamental. A través de proyectos colaborativos como la creación de huertos comunitarios, plantaciones de reforestación y sistemas agroforestales, se fortalecen los lazos comunitarios y se garantiza la sostenibilidad y permanencia de los proyectos.
Un aspecto importante de la educación ambiental es garantizar la integración y creación de diálogos entre los conocimientos tradicionales y científicos. Muchas comunidades aún tienen prácticas ancestrales de manejo del suelo que son sostenibles y efectivas. La educación ambiental respeta e incorpora estas prácticas, combinándolas con innovaciones tecnológicas para crear soluciones más robustas y adaptadas al contexto local.
Finalmente, pero no menos importante, la educación ambiental es un movimiento esencialmente político, lo que significa que también implica la defensa de políticas públicas que apoyen la recuperación del suelo, fortaleciendo la educación ciudadana. Las comunidades pueden influir en la creación de programas gubernamentales e incentivos económicos para prácticas agrícolas más circulares y sostenibles. Los incentivos financieros, como los subsidios para prácticas de conservación y los pagos por servicios ambientales, son vitales para la implementación a gran escala de estas prácticas.
Así, se considera a la educación ambiental como un pilar fundamental para la capacitación de las comunidades en la recuperación de los suelos. A través de la información, la formación técnica, la movilización comunitaria, la integración de conocimientos y la defensa de políticas públicas, las comunidades pueden adoptar prácticas sostenibles que promuevan la salud del suelo a gran escala y, en consecuencia, un entorno más equilibrado y productivo. Los esfuerzos conjuntos de comunidades, educadores y gobiernos son esenciales para lograr un manejo sostenible de los suelos y garantizar la resiliencia ecológica y económica de las regiones afectadas por la degradación.
Acerca de Movimiento Circular
Creado en 2020, Movimiento Circular es un ecosistema colaborativo que se esfuerza por fomentar la transición de la economía lineal a la circular. La idea de que todos los recursos pueden ser reutilizados y transformados es el lema de la Economía Circular, el concepto base del movimiento. Movimiento Circular es una iniciativa abierta que promueve espacios colaborativos con el objetivo de informar a las personas e instituciones de que un futuro sin basura es posible a través de la educación y la cultura, la adopción de nuevos comportamientos, la inclusión y el desarrollo de nuevos procesos, productos y actitudes. El trabajo cuenta con la colaboración pionera de Dow, una empresa de productos químicos, plásticos y agrícolas con sede en Michigan, Estados Unidos. Movimiento Circular cuenta actualmente con 2 millones de personas impactadas por sus activaciones y contenido.
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