9 consejos para un consumo de agua más circular

Marzo es el mes del Día Mundial del Agua (ONU) y de La Hora del Planeta (WWF), fechas que año tras año reavivan el debate sobre la crisis del agua y el impacto del cambio climático, respectivamente.

Cada tema tiene sus características, pero al final todo tiene que ver con el AGUA.

¿Quieres un ejemplo básico de esto? El cambio climático está alterando el ciclo hidrológico en la naturaleza, reduciendo la disponibilidad de agua potable y causando impactos como sequías e inundaciones.

El lema del Día Mundial del Agua de este año, que se celebra el 22 de marzo, habla de repensar el consumo de este líquido que, por supuesto, es muy importante ya que menos del 1% es apto para el uso humano, la obtención de electricidad y la producción de alimentos.

Consejos en este artículo:

• En el uso doméstico (Agua que se consume en el hogar)
• Mediante el ahorro de energía (Agua que se utiliza para producir energía)
• Al comprar alimentos (ya que cada uno necesitó agua para producirse)
• Investigando sobre empresas responsables (Como propone el prof. Edson Grandisoli)

¿Pero nos replanteamos este consumo? ¿Comprendemos que no sirve de nada cerrar el grifo y desenchufar la televisión si desperdiciamos muchos alimentos y, por tanto, toda el agua utilizada para su producción?

En este artículo, te daremos algunos consejos para repensar el consumo desde la perspectiva de la economía circular, teniendo en cuenta el agua que vemos y el agua que se utiliza cuando cargamos el móvil o nos comemos una ensalada.

Agua: Circulando en casa

En tu casa hay un devorador de agua llamado "baño".

En una sola visita, cuando tiras de la cadena, te duchas durante 15 minutos, te lavas los dientes durante 5 minutos y te lavas la cara durante 1 minuto, ¡se van por el desagüe unos 162 litros de agua! Y eso con el grifo apenas medio abierto.

Pero también puede suponer un gran derroche en el resto de la casa si no nos replanteamos nuestro consumo para que el agua que utilizamos dure más!

(RE)UTILIZAR LA PRECIADA AGUA DE LA LAVADORA

¿Alguna vez te ha remordido la conciencia gastar litros de agua depurada para un solo uso, como tirar de la cadena?

Una solución para reducir este despilfarro es pensar en la cantidad de agua reutilizada que producimos, como al lavar la ropa, por ejemplo. Date cuenta de que:

El agua que expulsa la lavadora cumple perfectamente la función de descarga y puede seguir utilizándose para lavar el suelo de la terraza, porque ya contiene jabón, incluso.

Cuando se utiliza la cisterna, el proceso es un poco más difícil, pero también merece la pena. Basta con tapar el desagüe durante el lavado y reutilizar el agua acumulada.

CONTAR CON EL AGUA DE LLUVIA (ES GRATIS)

Ya sea en cubos, cisternas o tuberías conectadas a los canalones, reservar el agua de lluvia es una práctica que puede reforzar la economía del recurso en casa.

Puede servir para todo lo que hablamos en el punto anterior y, si se trata con cloro (con la ayuda de un técnico):

Puede servir para regar el jardín (preferentemente con una cubeta) e incluso para lavarse las manos.

Si la persona tiene una cisterna y puede adquirir una bomba, esta agua puede llevarse a un depósito que alimente los grifos.

Más información en el sitio de la Compañía de Saneamiento Básico del Estado de São Paulo (Sabesp), socia del Movimiento Circular.

La energía del agua

Comprender y visualizar la sinergia entre el agua y la energía eléctrica es la base para repensar el consumo de ambas. Si el consumo de una influye en la disponibilidad de la otra, ¡la economía sigue la misma lógica! Ejemplo:

Cuando, en Brasil, el gobierno federal anuncia la "bandera roja" y la cuenta viene más cara, es porque una o más termoeléctricas - que también consumen agua - necesitaron ser accionadas para compensar la disminución de la capacidad de producción de las hidroeléctricas (cerca del 70% de la matriz eléctrica del país).

Y la captación, tratamiento y distribución de agua, a su vez, necesitan electricidad para hacer funcionar las centrales. ¿Checas las conexiones? Ahora, vayamos a los consejos:

OPTIMIZAR EL CONSUMO DE LOS ELECTRODOMÉSTICOS

El consumo consciente de los electrodomésticos pasa por dos acciones principales:

Comprar productos con eficiencia energética demostrada. Es decir, que funcionen normalmente, necesitando menos energía y menos recursos. En Brasil, el consumidor debe buscar productos Inmetro "Clase A" con el "Sello Procel".

Controle el consumo mensual del aparato en kWh (kilovatios-hora). Un simple cálculo es suficiente para saber cuánto consume un aparato durante un determinado tiempo y el impacto en la factura de la luz.

OPTAR POR DUCHAS ELECTRÓNICAS

Cuando queremos un baño no demasiado caliente, la posición de mínima potencia de la ducha eléctrica es la más adecuada.

Pero, ¿sabes cuándo la temperatura del agua del depósito es alta en días soleados -o la presión de la ducha no es tan alta- y el agua acaba saliendo mucho más caliente de lo que queremos?

Así es, lo que hace mucha gente es abrir más el grifo. Resultado: más agua desperdiciada y derroche de energía con la regadera de la ducha a una potencia innecesaria.

La ducha electrónica permite la regulación gradual de la temperatura en función de estas situaciones. ¡La naturaleza (y tu piel) te lo agradecen!

APROVECHA LA LUZ DEL SOL

Por la mañana, abre las ventanas y aprovecha la luz del sol. Así ahorrarás en el uso de bombillas y energía, con un recurso que la naturaleza ofrece gratuitamente.

Consulta más consejos sobre consumo consciente de agua y energía accediendo a esta lista.

Huella de agua

¿Conoces el término "agua virtual"? Se trata del agua utilizada en la cadena de producción de bienes de consumo, como la electricidad de la que acabamos de hablar, y también en la producción de alimentos.

En otras palabras, esto significa que los alimentos que se pierden en la cadena de producción y se tiran después de comer suponen desperdiciar toda el agua utilizada en su producción. Entonces, ¿qué podemos hacer?

BUSCAR ALIMENTOS MÁS CERCA DE DONDE VIVES

Además de reducir la pérdida de alimentos, consumir alimentos procedentes de centros productores cercanos a nuestro barrio o ciudad reduce la distancia de transporte y, por tanto, la quema de combustibles fósiles.

VALORAR LAS VERDURAS MÁS POR SU NUTRICIÓN QUE POR SU ESTÉTICA

¡En serio! Las frutas o verduras que no son visualmente bonitas suelen tener el mismo (o mejor) valor nutritivo que las bonitas. Elegir por estética conduce al despilfarro.

PON PORCIONES MÁS PEQUEÑAS EN TU PLATO

Aunque tengas hambre, evita una montaña de comida en el plato. Mejor poner raciones más pequeñas y repetir si no estás satisfecho que tirar el resto de la comida, desperdiciando alimentos (y agua).

Descubre más consejos en nuestra infografía "La alimentación en la era circular"

Consejo extra: Cobrar a las autoridades y empresas de investigación

En la edición de este año, el Día del Agua alude a la fábula del colibrí que apaga un incendio forestal, mientras los animales de alrededor le desacreditan. Por supuesto, es importante que cada uno ponga de su parte, pero si el colectivo no se moviliza, incluso seguir los consejos que acabamos de sugerir resulta un tanto ineficaz.

"De nada sirve que la gente haga las cosas de forma aislada, si el Estado o el municipio no tienen medidas de saneamiento adecuadas, por ejemplo. Depende de los distintos niveles de gobierno, de los distintos actores gubernamentales garantizar la calidad del agua y la eficacia en la recogida de aguas residuales y basura”, argumenta nuestro coordinador educativo, el Prof. Dr. Edson Grandisoli.

Siguiendo con el consumo consciente, Grandisoli también recomienda a la gente que, antes de hacer una compra, busque información sobre el compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible y la justicia social.

"Compruebe la reputación de la empresa. Trate de ver si cumplen las leyes laborales y medioambientales. Valore las que, además del beneficio, piensan en un bien colectivo mayor", aconseja.

¿Qué es la economía circular?

La Economía Circular propone una nueva mirada a nuestra forma de producir, consumir y desechar, para optimizar los recursos del planeta y generar cada vez menos residuos. En otras palabras, un modelo alternativo a la Economía Lineal - extraer, producir, usar y desechar - que se ha mostrado cada vez más insostenible a lo largo de la historia.

En la Economía Circular, el objetivo es mantener los materiales en circulación durante más tiempo por la reutilización, ¡hasta que nada se convierta en desperdicio! Para que este modelo se haga realidad, todos tenemos un rol que desempeñar.

Es un verdadero círculo colaborativo, que se retroalimenta, y ayuda a regenerar el planeta y nuestras relaciones.

Aprenda sobre economía circular

Si te interesas en aprender más sobre este tema, visita Circular Academy, el primer curso latinoamericano gratuito sobre economía circular dirigido al público en general. Todos nosotros, en asociación y colaboración, podemos marcar la diferencia en la construcción de un planeta más circular.