El Desafío Circular 2023 y las historias detrás de cada ganador de la edición en español

Por Mariana Brizi, del Movimiento Circular
 

Asistir a clase todos los días en áreas remotas con acceso limitado y lidiar con la escasez de recursos y materiales de estudio son desafíos continuos con los que se enfrentan algunos estudiantes de México, Colombia y Argentina. Sin embargo, estos desafíos no se convirtieron en obstáculos abrumadores para ellos. Como evidencia de esto, gracias a sus ideas fueron anunciados como ganadores de la edición en español del Desafío Circular 2023 a fines de noviembre de este año.

La iniciativa se realiza desde hace 3 años en Brasil, y este año tuvo la primera edición en español, que recibió más de 60 proyectos de instituciones educativas en Argentina, Colombia y México. Los ganadores son los proyectos "ComparTEC" y "Reutilización de Baterías de Cigarrillos Electrónicos", ambos de México, y "Naturatex" de Colombia.

Todos estos trabajos comparten una característica única: convierten las necesidades en oportunidades de transformación.

Este es el caso de los estudiantes de la Institución Educativa La Inmaculada Concepción, Colombia, coordinados por la profesora Gloria Amparo Ramírez Zuluaga, creadores del proyecto ganador Naturatex - Plástico Madera.

En 2022, cuando esta idea comenzó a tomar forma, el deterioro o la falta de acceso a una zona rural que los estudiantes necesitaban recorrer significaba que Yuly Andrea Atehortua, Valery Gallego, Isabella Cossio Juanita García y Samuel Cardona, junto con la profesora y coordinadora, Gloria Amparo Ramírez Zuluaga, debían tomar medidas:

"Necesitamos entre 4 y 5 meses para determinar los materiales y sus propiedades químicas, mecánicas y físicas para el proyecto de escala de laboratorio escolar. Este sueño comenzó con la lucha por el derecho humano a la Producción y Consumo responsables, y la preocupación se transformó en innovación dentro del aula de ciencias naturales", comentan.

Con el deseo de ser una contribución valiosa para su entorno, descubrieron la oportunidad de materializar sus ideas utilizando el principio de tecnologías limpias y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde entonces, se asociaron con EPM (Empresas Públicas de Medellín), mentores y expertos en materiales, quienes guiaron procedimientos y tecnologías limpias para convertir nuestro proyecto en una idea ambientalmente sostenible.

A partir de ahora, este grupo llevará su prototipo a escala completa "porque necesitamos un aliado que nos proporcione un laboratorio más especializado para determinar las propiedades químicas, mecánicas y físicas de nuestro bloque", comentan.

Juntos, somos agentes de transformación

Cada año, cientos de estudiantes activan su poder de investigación e innovación para crear nuevas soluciones a las necesidades y problemas que existen en su entorno. Otro de estos grandes sueños que está comenzando a hacerse realidad es el de los estudiantes del Instituto de Tecnología y Estudios Superiores de Monterrey, México, Laura Andrea Quiroz Ortega, Andrea Ibáñez y Paulette Mosqueira, junto con su profesora a cargo, Elizabeth Toriz, quienes este año decidieron reflexionar sobre el problema de generar basura en nuestra comunidad, y con eso en mente dieron forma al proyecto ganador que conocemos como ComparTEC.

"A través de los cursos de Economía Circular, reforzamos la conciencia sobre la importancia de compartir y reacondicionar materiales. Ambas prácticas extienden la vida útil de los materiales y reducen la cantidad de residuos producidos. Sentimos que esta era una solución viable para el problema que habíamos identificado", explica el equipo.

Hasta el día de hoy, los estudiantes explican que su misión es "involucrar a la comunidad del TEC y participar en el intercambio de artículos. Entendemos que la educación circular aún es un tema poco conocido. Por lo tanto, consideramos que uno de los principales desafíos será educar, concienciar y convencer a la comunidad sobre los beneficios de la economía circular y la importancia de compartir artículos, y así lograr una mayor conciencia y compromiso por parte de la comunidad.

Y junto con estas dos grandes ideas, el Desafío Circular 2023 también recibió otro gran exponente de innovación, que fue la llamada “Reutilización de baterías de cigarrillos electrónicos”, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México, coordinada por la profesora Alma Arreola. Sus estudiantes, Jiménez Yostin, Avalos Pérez, José Julián, Justianiani Talavera, Karla Mendonza, Carlos Alberto Medina y Muñoz Mauricio, se reunieron para analizar su entorno inmediato hasta que notaron que "el gran consumo de vaporizadores entre amigos cercanos" genera una cantidad considerable de residuos (en una semana o menos se pueden desechar miles de dispositivos de vapeo y estimamos que en cada fiesta de jóvenes consumen de 20 a 50 dispositivos electrónicos para vapear)", detallan.

Esto, detectaron que, después del uso, las baterías aún tienen vida útil y pueden alimentar otros dispositivos como teléfonos celulares, auriculares, altavoces, entre otros dispositivos pequeños que no requieren mucho tiempo de carga. Hoy, el desafío que enfrentan es "acondicionar las baterías de vapeo para que puedan reutilizarse como otra batería emergente y obtener financiamiento para desarrollar ese proceso".

Cada una de estas ideas nació de una necesidad real y tiene un gran potencial de crecimiento por delante. En Movimiento Circular nos alegra poder hacer un seguimiento de ellos y ser ese pequeño impulso que les ayude a seguir haciendo realidad su sueño de un mundo más circular.

¡Vamos por ello! ¡Que sus éxitos continúen y sigan soñando en grande!